Los empresarios renovarán sus programas de seguros sin importantes cambios
Expertos del sector asegurador y reasegurador pronostican que las entidades aseguradoras, dentro de un mecado de libre competencia, propondrán a los empresarios renovar sus programas de seguros para el año 2004 en iguales condiciones de cobertura y precios a las realizadas en el presente ejercicio. Esta afirmación es la principal conclusión de la Jornada de Renovaciones, que en el seno de Segurempresa - Foro Riesgos en la Empresa se celebró los pasados días 4 y 5 de noviembre en Santiago de Compostela.
La jornada contó con la participación de Gonzalo Ortiz Amor, director general de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de A Coruña; José Antonio Neira Cortés, asesor de la Confederación de Empresarios de Galicia; Luis de Mingo Cachón, subdirector general técnico de la Unidad de Seguros de Empresas de Mapfre Industrial; Agustín Martín Martín, director de Allianz Global Risk en España; Antonio Taravillo Gárate, director gerente del Pool Español de Grandes Riesgos y Antonio Villamarín Grela, profesional de la entidad reaseguradora Münchener Ruck, todos ellos bajo la coordinación del ingeniero industrial, experto en el mercado asegurador y reasegurador mundial, Antonio Montes Villota.
El mercado reasegurador presenta en la actualidad un escenario cuyas coordenadas principales son:
Las principales reaseguradoras que operan en el mercado español han sido calificadas en general por las agencias de clasificación en una revisión a la baja, excepción hecha de Mapfre Re, que a junio de 2003 su calificación se elevó a AA (-).
Se ha reducido el número de operadores, pasando de 8.000 a 200 a nivel mundial.
Se han puesto en marcha severas políticas de suscripción de riesgos y de recorte de los costes de explotación.
El capital disponible para la actividad del reaseguro ha disminuido.
Los precios están por encima de la tasa de equilibrio, lo que permite recuperar pérdidas históricas anteriores.
Se ha puesto en marcha una importante política de saneamiento, realizando un análisis del negocio, una mejora de las condiciones económicas en la contratación, inspecciones de los riesgos asegurados y exigencia de mejoras en la seguridad de los mismos.
Esta situación, según los expertos provocará que, al menos en un periodo significativo (más o menos tres años), las entidades aseguradoras olvidarán sus políticas agresivas a la hora de contratar, y fijarán sus objetivos en la estabilidad del negocio y el beneficio adecuado. Para ello, actuarán con mayor profesionalidad, se diferenciarán de aquellos operadores que no contemplen estos objetivos, y ofrecerán servicios que aporten un valor añadido a sus clientes.
En particular, los productos que sirven para transferir los riesgos de la pequeña y mediana empresa pueden tener el siguiente comportamiento:
Daños materiales y pérdida de beneficios
Las pymes con reducida siniestralidad no tendrán dificultades para renovar sus programas en iguales condiciones a las actuales.
Los precios se reducirán siempre y cuando la empresa esté dispuesta a asumir parte del importe de los siniestros (elevación de las franquicias).
Las entidades aseguradoras pondrán en práctica una política de penalización que permita regularizar las sumas aseguradas de las pólizas flotantes, así como obtener el volumen de facturación de sus clientes.
Garantías como la derogación de la regla proporcional, ampliación de coberturas de proveedores y clientes, gastos de peritos y otros profesionales, así como fórmulas de asegurar a primer riesgo verán restringida su aplicación.
Las empresas deberán ajustar sus planes de seguridad a la legislación vigente, de lo contrario verán reducida la oferta aseguradora.
Las pólizas multiriesgo irán paulatinamente excluyendo la garantía de responsabilidad civil, en especial la modalidad de patronal, ya que se considera que esta modalidad del seguro debe suscribirse por su ramo específico.
Transportes
Los transportistas verán reducida la posibilidad de contratar un seguro de transportes por carretera, al considerar que es más conveniente y adecuado que sus riesgos tengan el amparo a través de pólizas de responsabilidad civil del transportista.
Los armadores tendrán posibilidades de acceder al mercado escandinavo, en especial determinadas flotas mercantes.
Los pesqueros y atuneros, ante la renovación de la flota, podrán beneficiarse de una continuidad en los precios.
Construcción
Las empresas constructoras verán reducida su capacidad de contratación, en especial aquellas que tienen programas mundiales.
Los seguros para energías alternativas presentan igualdad de oferta y coberturas que en el último ejercicio.
Paulatinamente, desaparecerán las garantías adicionales de responsabilidad civil que se ofertan en las modalidades de todo riesgo de la construcción.
Responsabilidad Civil
Los empresarios verán limitadas sus sumas aseguradas en aquellas modalidades de responsabilidad civil referentes a profesional, consejeros y directivos y retirada de productos.
La política de suscricipción y precios de responsabilidad civil patronal se verá muy reducida.
Las entidades aseguradoras pondrán en marcha una política de penalización en caso de que las empresas no regularicen sus volúmenes de facturación, magnitud de vital importancia para el cálculo del precio del seguro.
La puesta en marcha de las medidas anteriores debe proporcionar una mejora de los resultados, y de esta manera poder remunerar adecuadamente el capital de los accionistas y conseguir el equilibrio del mercado.
La jornada contó con la participación de Gonzalo Ortiz Amor, director general de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de A Coruña; José Antonio Neira Cortés, asesor de la Confederación de Empresarios de Galicia; Luis de Mingo Cachón, subdirector general técnico de la Unidad de Seguros de Empresas de Mapfre Industrial; Agustín Martín Martín, director de Allianz Global Risk en España; Antonio Taravillo Gárate, director gerente del Pool Español de Grandes Riesgos y Antonio Villamarín Grela, profesional de la entidad reaseguradora Münchener Ruck, todos ellos bajo la coordinación del ingeniero industrial, experto en el mercado asegurador y reasegurador mundial, Antonio Montes Villota.
El mercado reasegurador presenta en la actualidad un escenario cuyas coordenadas principales son:
Las principales reaseguradoras que operan en el mercado español han sido calificadas en general por las agencias de clasificación en una revisión a la baja, excepción hecha de Mapfre Re, que a junio de 2003 su calificación se elevó a AA (-).
Se ha reducido el número de operadores, pasando de 8.000 a 200 a nivel mundial.
Se han puesto en marcha severas políticas de suscripción de riesgos y de recorte de los costes de explotación.
El capital disponible para la actividad del reaseguro ha disminuido.
Los precios están por encima de la tasa de equilibrio, lo que permite recuperar pérdidas históricas anteriores.
Se ha puesto en marcha una importante política de saneamiento, realizando un análisis del negocio, una mejora de las condiciones económicas en la contratación, inspecciones de los riesgos asegurados y exigencia de mejoras en la seguridad de los mismos.
Esta situación, según los expertos provocará que, al menos en un periodo significativo (más o menos tres años), las entidades aseguradoras olvidarán sus políticas agresivas a la hora de contratar, y fijarán sus objetivos en la estabilidad del negocio y el beneficio adecuado. Para ello, actuarán con mayor profesionalidad, se diferenciarán de aquellos operadores que no contemplen estos objetivos, y ofrecerán servicios que aporten un valor añadido a sus clientes.
En particular, los productos que sirven para transferir los riesgos de la pequeña y mediana empresa pueden tener el siguiente comportamiento:
Daños materiales y pérdida de beneficios
Las pymes con reducida siniestralidad no tendrán dificultades para renovar sus programas en iguales condiciones a las actuales.
Los precios se reducirán siempre y cuando la empresa esté dispuesta a asumir parte del importe de los siniestros (elevación de las franquicias).
Las entidades aseguradoras pondrán en práctica una política de penalización que permita regularizar las sumas aseguradas de las pólizas flotantes, así como obtener el volumen de facturación de sus clientes.
Garantías como la derogación de la regla proporcional, ampliación de coberturas de proveedores y clientes, gastos de peritos y otros profesionales, así como fórmulas de asegurar a primer riesgo verán restringida su aplicación.
Las empresas deberán ajustar sus planes de seguridad a la legislación vigente, de lo contrario verán reducida la oferta aseguradora.
Las pólizas multiriesgo irán paulatinamente excluyendo la garantía de responsabilidad civil, en especial la modalidad de patronal, ya que se considera que esta modalidad del seguro debe suscribirse por su ramo específico.
Transportes
Los transportistas verán reducida la posibilidad de contratar un seguro de transportes por carretera, al considerar que es más conveniente y adecuado que sus riesgos tengan el amparo a través de pólizas de responsabilidad civil del transportista.
Los armadores tendrán posibilidades de acceder al mercado escandinavo, en especial determinadas flotas mercantes.
Los pesqueros y atuneros, ante la renovación de la flota, podrán beneficiarse de una continuidad en los precios.
Construcción
Las empresas constructoras verán reducida su capacidad de contratación, en especial aquellas que tienen programas mundiales.
Los seguros para energías alternativas presentan igualdad de oferta y coberturas que en el último ejercicio.
Paulatinamente, desaparecerán las garantías adicionales de responsabilidad civil que se ofertan en las modalidades de todo riesgo de la construcción.
Responsabilidad Civil
Los empresarios verán limitadas sus sumas aseguradas en aquellas modalidades de responsabilidad civil referentes a profesional, consejeros y directivos y retirada de productos.
La política de suscricipción y precios de responsabilidad civil patronal se verá muy reducida.
Las entidades aseguradoras pondrán en marcha una política de penalización en caso de que las empresas no regularicen sus volúmenes de facturación, magnitud de vital importancia para el cálculo del precio del seguro.
La puesta en marcha de las medidas anteriores debe proporcionar una mejora de los resultados, y de esta manera poder remunerar adecuadamente el capital de los accionistas y conseguir el equilibrio del mercado.
Gabinete de Comunicación Inade