Nuevo curso político: el presidente de la Xunta rebaja en 8 décimas la previsión de crecimiento económico para este año y lo sitúa en el 2%
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Esta es la segunda rebaja de la estimación del PIB para este ejercicio, pues en los presupuestos figuraba una previsión del 3,5%, que fue rebajada antes del verano en siete décimas, al 2,8%, y que ahora se disminuye en otras ocho. Con ello, el cálculo del crecimiento económico ha caído 1,5 puntos desde el cálculo inicial.
Además, Emilio Pérez Touriño confirmó que las tres líneas básicas de los presupuestos autonómicos para 2009 se basarán en "extremar la austeridad en el gasto público, en reforzar la solidaridad y en un esfuerzo por la inversión productiva".
El mandatario autonómico admitió que "es indudable que hay una economía en crisis", pero insistió en que el cambio de modelo económico impulsado por el bipartito en 2005 hace que la economía gallega sea "más robusta, más internacionalizada y más equilibrada que hace tres años". El titular del Ejecutivo aseguró tener "una confianza ilimitada en la sociedad civil gallega", y apuntó que él "no escurre el bulto" al tiempo que reivindicó que la Xunta fue el primer gobierno "en tomar medidas" ante la crisis el pasado mes de enero, que reiteró que están funcionando "satisfactoriamente".
Ante este discurso, el presidente del Grupo Parlamentario, Alberto Núñez Feijóo, se burló del 'plus de resistencia' ante las dificultades que suele citar Touriño y le replicó que "Galicia lo que tiene es un plus de paciencia", además de recriminarle al máximo mandatario autonómico que "engañase durante un año" a los ciudadanos negando la crisis económica. Feijóo le recordó a Pérez Touriño que encontró "una Galicia en crecimiento y creando empleo y con menor inflación" y vaticinó que "la dejará destruyendo puestos de trabajo, estancada y con el IPC más alto de Europa". Este análisis del líder de la oposición llevó al titular de la Xunta a citar que Caixa Galicia y Caixanova coinciden con él en este plus de resistencia y le acusó de seguir en su labor "de sembrar pesimismo e invocar a la catástrofe" y de aprovechar la crisis económica para "pescar en época de veda". "Y eso está prohibido", le espetó.
Núñez Feijóo también le reprochó al máximo mandatario gallego que no trajese "ni una nueva propuesta o medida nueva" y le propuso un paquete de actuaciones, en el que incluyó un pacto para defender los criterios de Galicia en la negociación de la nueva financiación autonómica. Entre las medidas planteadas por el 'popular', están reducir un 20% los altos cargos de la Xunta, pedir al Gobierno que se baje cinco puntos el Impuesto de Sociedades para las pymes, incrementar la deducción del IRPF del 15 al 25% para quien tengan una hipoteca en su vivienda habitual y crear un Observatorio de Precios.
Touriño le respondió que el actual Ejecutivo gallego "utilizó todos sus resorte y capacidades, que son muchos", para enfrentar las dificultades económicas y "está dando la cara desde el principio", con una "hoja de ruta trazada que no se cambiará" porque considera que "es la correcta". Además, descartó aumentar la deducción por compra de vivienda por "su alto coste en términos fiscales", que cifró en "47 millones de euros" para la Xunta y "143 para el Estado", y destacó que "el 68 por ciento de las familias gallegas no tienen hipoteca y hay un diferencial, una vez más, sobre la presión hipotecaria estatal".
Por su parte, el portavoz del BNG, Carlos Aymerich, indicó que la formación nacionalista siempre dijo que había crisis y dijo que "parece que va a durar", pero añadió que "Galicia cuenta con recursos y competencias en materia fiscal y laboral para actuar". También rechazó por regresiva la propuesta del PP de aumentar la deducción por compra de vivienda. Aymerich también subrayó que "la evolución en Galicia es ligeramente mejor que en el Estado", aunque matizó que "sin caer en triunfalismos absurdos", que atribuyó a que desde el verano de 2005 "hubo un cambio de Gobierno y de política, impulsados también desde el nacionalismo, que puso las bases de un nuevo modelo económico". Ante las dificultades, el diputado nacionalista abogó por "una posición de país" y por aprovechar "las herramientas" con las que cuenta Galicia para actuar en ciertos sectores en crisis. Así, defendió "estrechar la vinculación entre las cajas y el sector productivo", impulsar una política energética "que disminuya la dependencia de combustibles fósiles" y "promover alimentos de calidad".
Ismael Rego, portavoz del grupo socialista, subrayó que es la primera vez que un presidente de la Xunta comparece en el Parlamento en un momento de crisis económica, apuntó que esta decisión "contribuye a generar confianza" y concluyó que el debate demostró que el PP "no cuestionó las medidas impulsadas por el Gobierno gallego y no presentó ninguna alternativa".
Los grupos inician el curso con llamadas a la unidad pero Xunta y oposición se reprochan su actitud ante la crisis
Los grupos políticos arrancaron hoy el curso político en el Parlamento gallego con llamadas mutuas al "diálogo" y a la "unidad" para hacer frente a la actual situación de crisis aunque Xunta y oposición se reprocharon mutuamente sus respectivas actitudes antes las dificultades económicas. Durante su comparecencia para hablar de la situación económica, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, acusó hoy al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, de aprovechar la actual situación económica para "pescar en época de veda" y el presidente de los 'populares' gallegos le recriminó que "no esté centrado y concentrado" en la crisis.
Así, Feijóo enfatizó a lo largo de su discurso la "división" del bipartito y, como ejemplo, puso los enfrentamientos de los socios de la Xunta por el Plan Acuícola o por la fecha electoral. Respecto a este último punto, consideró que Touriño abrió "otra crisis" al barajar durante el verano la posibilidad de adelantar las autonómicas. "Cuando había que liderar el país quiso salir por la puerta de atrás", le recriminó, tras subrayar que los nacionalistas calificaron esta actitud del presidente de la Xunta como "irresponsable". Consideró que Touriño quiso "dar la espantada" al ver "el toro de la crisis". "Pero entre todos le cerramos la puerta de la crisis", continuó Feijóo y, con el mismo símil taurino, concluyó que el presidente gallego está "enfurruñado" y "deseando que termine la legislatura" para que "no lo coja el toro de la crisis". "Es un adelantado, siempre tuvo visión", replicó en tono irónico el jefe del Ejecutivo autonómico y, en la misma línea, añadió que Feijóo es "un fenómeno" por haber pronosticado un adelanto electoral que finalmente no se produjo. De este modo, le recriminó su "política partidista" en momentos de crisis, lo que prueba que el PPdeG "no tiene alternativa".
El presidente gallego, que estuvo arropado por todos los conselleiros excepto los de Industria y Vivenda -ambos del BNG--, contrarrestó las acusaciones de la oposición asegurando que el bipartito está "unido, fuerte y cohesionado". En general, los socios de la Xunta colocaron frente a la "herencia" del PP los "tres años de crecimiento y de cambio" que supuso el bipartito y que, en palabras de Touriño, no tiene "precedentes" en la historia reciente. Así, coincidieron en lanzar reproches al modelo económico del anterior Gobierno popular, que Touriño tildó de "anémico", y en considerar sus acusaciones al actual como "insolventes". No obstante, socialistas y nacionalistas pusieron énfasis en sus respectivas áreas de gobierno. De este modo, mientras el presidente de la Xunta resaltó la política laboral o de ordenación del territorio -dirigida por consellerías del PSdeG-, Aymerich destacó la política industrial, de servicios sociales o de vivienda -áreas gestionadas por el BNG-.
Las tres fuerzas políticas coincidieron en su intención de llegar a acuerdos aunque sus llamadas a la unidad no se materializaron en ningún pacto concreto. Así, Feijóo propuso a la Xunta cinco acuerdos en materias como la financiación autonómica, la crisis o la necesidad de ejercer el autogobierno para paliar las dificultades, aunque Touriño desacreditó estas ofertas al enmarcarlas en su "fiebre asiática de pactos". En cualquier caso, el presidente gallego también apeló al "trabajo común" y al "esfuerzo compartido" de las fuerzas políticas gallegas y censuró "cualquier tentación de trasladar el fardo al conjunto de la sociedad". Así, aseguró en el turno de cierre de su comparecencia que "siempre" invitó al líder de la oposición a mantener "un diálogo franco" sobre "cualquier tema".
Aunque lamentó su "respuesta negativa" en asuntos como la reforma del Estatuto, la cuestión lingüística o el pacto del territorio, animó a Feijóo a "remar juntos" en lo que queda de legislatura para paliar las consecuencias de la desaceleración.
También el portavoz del Bloque en el Parlamento, Carlos Aymerich, reclamó una "postura de país" ante la actual situación y, entre otros temas, reivindicó esa unidad para la financiación autonómica, las infraestructuras, o la construcción naval civil. "Es ahora cuando esas posiciones de país se tienen que llevar a cabo", retó.
R.