La Xunta creará un foro del automóvil con empresarios y sindicatos para reducir los efectos de la crisis en el sector
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El objetivo de la iniciativa, según expuso, será adoptar "medidas" y "prácticas de regulación" consensuadas para evitar "en la medida de lo posible" los impactos en las plantillas de trabajadores de una situación que calificó de "coyuntural" y de la que reconoció que, patronal, sindicatos y Xunta, "ignoran" su duración. Varela destacó que la prioridad de la Administración gallega es que patronal y sindicatos sean "aliados en la búsqueda de soluciones" a las que, además, se realizará un seguimiento para comprobar si son "adecuadas" y parten de un diagnóstico acertado de la coyuntura. No obstante advirtió de que, aunque la producción de Citroën caerá un 15 por ciento con respecto a la de 2007, el volumen de coches fabricados este año en la factoría de Vigo será la cuarta máxima de los últimos diez años. Así recordó que el pasado ejercicio la firma francesa alcanzó su "récord histórico" de producción y, por ello, minimizó que en 2008 se vaya a experimentar esa reducción "considerable".
También apuntó que si bien el descenso de la actividad del sector de la automoción en Galicia rondará el 15 por ciento, las mismas empresas en el ámbito estatal registran unas caídas de un 20 y 25 por ciento. Según expuso, el origen de esta coyuntura está en la crisis global de consumo y de mercados, que se tradujo en una falta de liquidez que afectó a la situación económica de las familias. "La espera para comprar coches es menor aquí -en Galicia-", insistió.
La mayor incidencia de esta situación afecta a un 60 por ciento de las firmas auxiliares de la automoción, de las que un 30 por ciento trabaja para industrias españolas y el resto para empresas extranjeras. El otro 40 por ciento depende de la factoría de Citroën en Vigo. El conselleiro admitió la necesidad de trabajar en "mecanismos regulatorios" que "acompasen" las plantillas a los periodos de producción tanto en el caso de Citroën como de las firmas auxiliares del sector. No obstante recalcó que el ERE tiene que ser "el último recurso de una empresa", una "válvula de escape" que permita efectos "parciales" para la viabilidad futura de la compañía.
Varela aseguró que esta alternativa debe "garantizar" esa viabilidad, "aliviar la situación" y no utilizado por las empresas "para aprovecharse de la situación", de ahí que señalase que los ERE deberán estar "justificados" a partir de "causas objetivas de reducción de la actividad". Esta circunstancia será garantizada por su departamento, dado que los expedientes deben ir acompañados de un informe de Traballo. En esta línea manifestó que las mayores dificultades para actuar se darán en empresas con mecanismos de regulación -horas y turnos de trabajo- menos implantados, como es el caso de muchas firmas auxiliares. Además, el titular de Traballo destacó que existen "mecanismos permanentes" para facilitar la recolocación de empleados de un sector a otro y citó la experiencia impulsada por su departamento en Ferrol a través del programa 'Reorienta' para "trasvasar" trabajadores de la construcción al naval después de recibir formación.
Los portavoces del sector del metal de UGT, CIG y CC.OO advirtieron, a su salida del encuentro con el conselleiro, de que no aceptarán la negociación de "medidas drásticas" empresa por empresa, sino que exigieron una "solución global" y "visión de sector". "El conselleiro está de acuerdo con nosotros en que no vamos a asumir empresa por empresa cualquier ERE", afirmó el portavoz de UGT, Manolo García. Por su parte, el representante de CIG, Miguel Anxo Malvido, señaló que los sindicatos rechazarán que las industrias "aprovechen la coyuntura" y, por ello, no aceptarán EREs hasta que se reúna el foro.
A su vez, el portavoz de CC.OO., Esteban Vázquez, puntualizó que la actual situación no está vinculada a la existencia de excedentes en el sector de la automoción ni a una pérdida de cuota de mercado de Citroën, de ahí que urgiese la necesidad de negociar con la patronal las medidas de flexibilización y que no se prolongue en el tiempo. Según informaron, existen entre tres y cuatro EREs más "como mínimo" aparte de uno ya aprobado y de otro presentado que, en suma, afectan a unos 1.000 trabajadores de empresas del segundo nivel del sector. "Tememos que esto vaya en cascado", señaló García, después de apuntar que las primeras en acogerse a esta iniciativa fueron las empresas de primer nivel --las que fabrican asientos de coches y otros elementos--. Entre las afectadas citaron Asientos Faurecia, Grupo Antolín, Ferroplás y Viza Automoción.
R.